SINOPSIS:
UN RECREO ENTRE DOS GUERRAS
En tanto no hubiese servicios más íntimos que prestar, las mujeres permanecían en sus puestos. Cruzaban el salón con paso cadencioso; se movían ante el espejo con íntimo embeleso, pedían cigarrillos con frialdad amable y, a ratos, se sentaban en las mesas… El alférez buscaba la aprobación de Ludmila mientras consolaba a dos voluntarios temerosos del porvenir:
-Habéis de saber -les decía- que tampoco fue fácil para mí el examen de abanderado. El señor coronel de Wurmser me miró severamente y me dijo: “Suboficial cadete Kohout: ¿Qué sabe usted de Julio César?”. Yo me cuadré rápidamente y grité: “A la orden de usía, mi coronel: ¡Nada!...”
Segunda pregunta: “Suboficial cadete Kohout: ¿Qué sabe de Carlomagno?” Me cuadré más aprisa y grité con más fuerza: “A la orden de usía, mi coronel: ¡Nada!...” El señor coronel de Wurmser esperó un momento y siguió después diciendo: “Suboficial cadete Kohout: ¿Qué sabe usted del emperador José?” Y yo: “Señor coronel, a la orden de usía… ¿Cuál emperador José?...” Y me aprobaron. ¿Véis cómo hay que ser militar y no civil?...
(Franz Werfel: Tristezas de burdel)
Este volumen incluye, del mismo autor, Prohibido morir antes de enero.
SOBRE EL AUTOR:
El autor se encuentra entre los primeros y más brillantes cultores del expresionismo y reúne en este libro dos de sus cuentos más famosos. Uno de ellos: Prohibido morirse antes de enero (Der Tod Des Kleinbürgers) cuenta sin desdeñar el humor negro, una carrera alucinante entre las finanzas familiares y la muerte. El otro, que da título a este volumen, Tristezas de burdel (Das trauerhaus) expone con lujo y sarcasmo el clima, los personajes pintorescos o trágicos y hasta los romances (a veces puros) de un prostíbulo vienés entre las dos guerras mundiales.
En ambos relatos los personajes luchan por torcer sus destinos. En un caso es la sociedad establecida la que conspira contra el héroe postrado. En el segundo, es fácil imaginar una lectura entre líneas donde se percibe cierta analogía entre el lupanar melancólico y los padecimientos de una Europa a punto de desgarrarse.
Eduardo Guibourg
DETALLES:
Sin marcas ni subrayados
Páginas amarillentas
SINOPSIS:
UN RECREO ENTRE DOS GUERRAS
En tanto no hubiese servicios más íntimos que prestar, las mujeres permanecían en sus puestos. Cruzaban el salón con paso cadencioso; se movían ante el espejo con íntimo embeleso, pedían cigarrillos con frialdad amable y, a ratos, se sentaban en las mesas… El alférez buscaba la aprobación de Ludmila mientras consolaba a dos voluntarios temerosos del porvenir:
-Habéis de saber -les decía- que tampoco fue fácil para mí el examen de abanderado. El señor coronel de Wurmser me miró severamente y me dijo: “Suboficial cadete Kohout: ¿Qué sabe usted de Julio César?”. Yo me cuadré rápidamente y grité: “A la orden de usía, mi coronel: ¡Nada!...”
Segunda pregunta: “Suboficial cadete Kohout: ¿Qué sabe de Carlomagno?” Me cuadré más aprisa y grité con más fuerza: “A la orden de usía, mi coronel: ¡Nada!...” El señor coronel de Wurmser esperó un momento y siguió después diciendo: “Suboficial cadete Kohout: ¿Qué sabe usted del emperador José?” Y yo: “Señor coronel, a la orden de usía… ¿Cuál emperador José?...” Y me aprobaron. ¿Véis cómo hay que ser militar y no civil?...
(Franz Werfel: Tristezas de burdel)
Este volumen incluye, del mismo autor, Prohibido morir antes de enero.
SOBRE EL AUTOR:
El autor se encuentra entre los primeros y más brillantes cultores del expresionismo y reúne en este libro dos de sus cuentos más famosos. Uno de ellos: Prohibido morirse antes de enero (Der Tod Des Kleinbürgers) cuenta sin desdeñar el humor negro, una carrera alucinante entre las finanzas familiares y la muerte. El otro, que da título a este volumen, Tristezas de burdel (Das trauerhaus) expone con lujo y sarcasmo el clima, los personajes pintorescos o trágicos y hasta los romances (a veces puros) de un prostíbulo vienés entre las dos guerras mundiales.
En ambos relatos los personajes luchan por torcer sus destinos. En un caso es la sociedad establecida la que conspira contra el héroe postrado. En el segundo, es fácil imaginar una lectura entre líneas donde se percibe cierta analogía entre el lupanar melancólico y los padecimientos de una Europa a punto de desgarrarse.
Eduardo Guibourg
DETALLES:
Sin marcas ni subrayados
Páginas amarillentas